miércoles, 17 de octubre de 2007

Kaba Gemini



Hoolaaaaaaaa!


Tengo la inmensa satisfacción de haber conseguido hoy un cilindro KABA, por un procedimiento muy curioso:

Resulta que ayer salgo del trabajo y de camino, paso por delante de un banco de mi zona, que se encuentra de "reforma". Me fijo en el contenedor para los escombros y allí habia dos puertas tiradas. Fijándome un poco más, una de ellas lleva todavía instalada la cerradura con cilindro y todo. Me lanzo sobre ella para confirmar mis sospechas: naturalmente, es un KABA.

Estudiando la situación, veo que han intentado sacar la cerradura y el cilindro, ya que no estan los tornillos que fijan ambos elementos al canto de la puerta. Pero para mi suerte, aquel que tuvo la primera oportunidad, no poseía las llaves del cilindro. Por eso no pudo alinear la excentrica y extraer "mi tesoooroo".

Así que llega la mañana y, mi primer objetivo: "conseguir esas llaves"

¿Quién puede tenerlas? El Director de la Oficina o el Interventor.

Así que con mucho, pero mucho morro, recurro a un amigo que casualmente es buen cliente en esa oficina (y yo lo sabía).

-"Oye Antonio, me tienes que hacer un gran favor" [...]

-"Vale, dejame ir a mi primero al banco, hablo con ellos y te cuento"

En cinco minutos, vuelve y me dice que si, pero que no han entendido nada.

Me presento en el banco, que se parece más a un solar de Sarajebo que a un banco, por lo de las obras, armado con destornilladores.

Y le digo al Interventor -"me tienes que dejar la llave". Resulta que esos cilindros estan amaestrados e igualados para que con esa llave en concreto, se pueda acceder a todos los rincones de esa oficina bancaria. Al principio, me dice que para qué, le digo que para poder desinstalar el cierre de la puerta. Y me la da, pero de repente se da cuenta de que me ha proporcionado la clave de seguridad física de todo el recinto. E intenta recuperarla, le digo que es sólo sacar el cilindro y se la devuelvo.

Efectivamente, con el cilindro en la mano se la devolví. Y le insisto ¿no puedes darme la llave? Y es aquí cuando me cuenta que esa llave abre "todo". Y entonces él me pregunta a mi para qué quiero "eso" sin tener la llave. Y le contesto que no hace falta la llave para abrirlo. Y que en última instancia se puede hacer la llave a partir del cilindro. Se queda a cuadros. Y me voy. Vuelvo al contenedor y me hago con la cerradura completa, escudos, manillones, etc.

Mi amigo se queda en el banco a hacer sus cosas, pero cuando luego nos encontramos me echa la bronca por asustar al "banquero".

Pero se han quedado tan flipados, que han prometido que si en las nuevas puertas que instalarán, traen cilindros con configuración distinta a la actual, me regala la llave de este plan de cierre.

Bueno, hasta aquí el relato, ahora las moralejas:

Primero, para los que se avergüenzan de practicar Lockpicking, no es tan malo hacerlo a las claras, ni comentarlo a amigos y conocidos. Siempre te pueden echar una mano. Claro que tienen que conocerte, saber que eres serio, honrado, no jugar con la seguridad de otros, y mil detalles.

Segundo, para los bancos, ¿Cómo un banco tira algo así a la basura? Han tenido suerte que lo he cogido yo, porque podría haber llegado a manos de cualquiera. ¿Y como le dejan la llave al primero que se la pide? ¿Si le hubiera sacado un molde? ¿Dormirán hoy tranquilos? ¿Durmieron tranquilos anoche sin saber que habian dejado su seguridad tirada en la calle?

Tercero. para coleccionistas, tengo una cerradura completa RostFrei KFV, con sus manillones y escudos y un cilindro KABA, creo que Gemini (aunque la disposicion de los pitones varía del que sale en el catálogo), conjunto valorado en unos 250 Euritos (calculando por lo bajo), todo por la cara, y por no esconder mi afición, que en mi entorno es de domínio público.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que cosa tan chula. La has abierto?

Main Event dijo...

La verdad es que ni me lo hge planteado, pero Carl-Morl si se ha "petado" un Kaba Penta ;) Me he saltado el secretro de confesión, pero no creo que Carl se enfade (más aún) conmigo.
Cuando uno se haya en el fondo, no cabe más que mejorar. A peor no vamos a ir.

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