El oscuro mundo de la cerrajería (1ª parte)
La primera entrada de este BLOG la voy a dedicar a un tema por el cual llegué a ser expulsado de un FORO PUBLICO, gobernado por ese halo de oscurantismo que rodea a esta noble profesión, que aún se rige por mecanismos de Gremio Medieval. PROFESIÓN es el nombre actual de lo que los más retrógrados se empeñan en denominar como OFICIO.
La Cerrajería, como oficio artesano especializado en desarrollar, fabricar, instalar y reparar elementos de seguridad física para custodiar espacios, surge en la Península Ibérica durante el Románico.
Esta especialización nace en el seno del Gremio de Herreros y Herradores, cuya labor consistía en trabajar el hierro batiéndolo con martillo y yunque, tras la carburación del hierro mediante la forja (técnicas conocidas en nuestro territorio desde el s. VIII a.C., con cierto retraso respecto a otros territorios), principalmente creando aperos de labranza, clavos y armas.
La evolución en los trabajos de forja (bien realizados por herreros, bien por oficios relacionados como caldereros o cerrajeros) empiezan a tener toques artísticos con la supremacía musulmana con el cincelado del hierro, ganando en relevancia durante el Gótico y Plateresco. Llega al cenit con el Renacimiento y empieza a decaer con el Barroco. Es la aparición de la máquina de vapor en el s. XVIII quien acaba con la artesanía, para comenzar con la actividad industrial.
Por la naturaleza de los objetos que producía, necesarios tanto para la producción agrícola (sustento), como armas para la guerra (armamento), como herrajes para los caballos (comunicaciones y transportes), como cierres y enrejados (defensa) el trabajador del hierro tiene pues una importancia clara durante la Historia. No sorprende entonces que el herrero adquiriera, a lo largo y ancho de todas las culturas que han existido en el planeta, un papel relevante, lindando a veces con lo mágico, que los hizo ser identificados con los chamanes o brujos de la tribu. O que fruto de esta circunstancia haya provocado leyendas como la que les relaciona, sobre todo en España, con la etnia gitana.
Puede comentarse respecto a este tema que en 1765 se llegó a promulgar un Edicto prohibiendo a los gitanos ejercer el oficio de herrero por miedo a que fabricasen armas (los gitanos eran herreros nómadas, que iban de puerta en puerta).
El Cerrajero es hoy el único de los "hijos del Herrero" que sigue vivo (en activo), relegado a la mera instalación, reparación y/o sustitución de elementos y mecanismos de cierre desligado de la producción industrial, la metalurgia, alta metalistería, etc. Es pues el Cerrajero el "único heredero" de la superstición, oscuridad, desconfianza hacia propios y extraños.
Sustituida la Cerrajería generalmente por la Carpintería Metálica y la Ingeniería Industrial (combinando mecánica, electricidad y electrónica) ya no le queda al cerrajero mucho campo específico, se ahoga al ver como la era de las comunicaciones acabará definitivamente con su "mito". Se le cae el alma a los pies al ver como sus limitadas facetas caen en el dominio público.
2 comentarios:
Buen comienzo, esperemos que sea el primero de muchos articulos ;)
(Soy Carl_Mor)
Impresionante next, me encanta tu trabajo. Continúa con dedicación y esfuerzo para convertirte en una de las personas mas relevantes en cuanto al lockpicking español.Para mi, ya lo eres
Enhorabuena colega ;-)
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